Sembrar cesped nuevo
Todos queremos un césped exuberante y muy verde que le de alegría a nuestro jardín, pero para disfrutar de este tesoro debemos llevar un laborioso trabajo.
El momento ideal para implantar tu césped nuevo es cuando finaliza el invierno e inicia la primavera, esta época de clima más suave favorece que nuestro césped crezca vigoroso y sobresalga con todo su esplendor.
Antes de iniciar nuestra labor de siembra es preciso preparar el terreno. Es muy importante instalar un sistema de riego por aspersión para conseguir un riego uniforme de nuestro terreno. A su vez, debemos instalar una red de drenaje para evitar que el agua se acumule y encharque y pudra nuestro césped.
Iniciamos la siembra labrando el terreno a un profundidad de unos 30 cm. Se puede realizar con una azada, para superficies pequeñas, o con un motocultor o motoazada. Es importante que el terreno esté esponjoso para potenciar el enraizamiento del césped.
Aportaremos abono para que el suelo sea más fértil y nutra nuestro césped.
A continuación, pasaremos el rastrillo para limpiar y nivelar el terreno. De esta forma extraeremos los objetos extraños de nuestro terreno, ya sean piedras, palos, plásticos, etc.; y con el nivelado, evitaremos que se encharquen algunas zonas del terreno.
Con la ayuda de un rulo compactaremos el terreno. El terreno estará bien compactado si tus huellas no quedan marcadas en el suelo.
Es la hora de echar la mezcla de semillas elegida. La siembra la podemos realizar a mano o con un sembrador. Debemos asegurarnos de que las semillas llegan a todas las zonas del terreno. Para tapar las semillas emplearemos un recebo, esto se realiza para favorecer la germinación y mantener la humedad del suelo.
Pasaremos nuevamente el rulo de forma ligera y suave para compactar el recebo.
El riego es primordial, debe realizarse de forma frecuente pero no abundante. Para mantener la humedad del terreno se puede llevar a cabo tres riesgos diarios de corta duración. Una vez las semillas hayan germinado, regaremos una vez al día por la mañana.
Cuando llegue el momento de la sega, cortaremos el riego dos días antes. La primera vez se debe cortar un poco alto (10 cm), rebajando sucesivamente la altura hasta dejarla en lo recomendado por cada clase de semilla.
Con un pulcro cuidado, un correcto corte y riego y un adecuado abono, ya puedes disfrutar de un césped verde, fértil y frondoso.
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